«Soñaba con dedicarme al arte y a la ciencia»

Entrevista a Felipe Portilla, ganador del premio del público de la segunda edición de Il·lustraciència, ilustrador científico chileno de 26 años. Actualmente vive en Villa Alemana, una pequeña ciudad cercana al histórico Valparaíso, aunque nació en Santiago de Chile. En 2013 se licenció como biólogo marino por la Universidad de Valparaíso. En esta entrevista conoceremos un poco mejor su trabajo y su personalidad.

Por MIQUEL BAIDAL CRESPO / RAUL TORAN NAVARRO 



¿Cuándo empezó tu interés por el dibujo naturalista y científico?

Cuando cursé mis estudios de Biología Marina en la Universidad de Valparaiso siempre me interesaron las ilustraciones científicas que aparecían en los libros. Al pasar los años fui profundizando en el el tema ya que sentía que mediante este oficio podía complementar dos aspectos muy importantes para mí: la biología marina, y por ende la ciencia, junto con mi afición por el dibujo y la pintura.


¿Cuándo empezaste a trabajar en ello?

En el año 2009 realicé mis primeras ilustraciones de carácter científico, y dos años más tarde comencé a hacer dibujos de cápsulas de distintas especies de raya para publicaciones científicas. Entre 2012 y 2013 desarrollé mi tesis en el Laboratorio de Malacología (rama de la zoología encargada del estudio de los moluscos) de mi facultad, en la cual incluí dibujos de varias especies de gasterópodos en sus primeros estadíos de vida. En esa época, estudiar y conocer los gasterópodos me causó gran inspiración por estos moluscos: la belleza de sus conchas, sus colores y formas me cautivaron. Por esta razón pinté la lámina con la que participé en Il·lustraciencia.


¿Cómo te sientes por haber ganado el premio del público?

Me siento muy emocionado y feliz. Estoy profundamente agradecido de toda la gente que votó mi obra: amigos, conocidos, familiares, compañeros, y un sinfín más de personas. También estoy muy agradecido a Il·lustraciencia por haberme dado la oportunidad de mostrar mi trabajo y difundirlo. Y de representar a mi país en el premio.


¿Qué tres obras de las que se presentaron destacarían?

De las 40 seleccionadas, las tres obras que más me gustaron son, en primer lugar, Cyanea capillata de Manuel F. Sosa, por la información que otorga la lámina, por la organización de los elementos en la composición y por el realismo que poseen los colores que el autor empleó. En segundo lugar, elijo a Glenognatha sp. de Gabriel Baloriani, ya que las luces, tonos y detalles de la ilustración son preciosos, y en tercer lugar elijo a Lucanus cervus de Paulo Henrique, ya que denota un gran manejo de la técnica utilizada (gouache) al reproducir los detalles y texturas del ejemplar, lo cual admiro mucho.


¿En qué te apoyas para encontrar tutoriales o artículos que te ayuden con tus pinturas?

Debido a que en mi país existen pocos cursos o talleres relacionado con el tema, una gran parte de lo que he aprendido en los años que llevo dedicándome a esto ha sido de manera autodidacta. En internet existe bastante información sobre el tema, por esta razón estoy revisando en la web constantemente si aparece algo que me interesa.  También me han sido de gran utilidad los videos que algunos autores publican en sitios como youtube, puesto que enseñan en directo diversas técnicas y son fáciles de captar. Las redes sociales también son de gran utilidad, puesto que es posible conocer personas de todo el mundo con intereses similares, con los cuales se pueden intercambiar recomendaciones, consejos u opiniones. En Facebook, destaco Guild of Natural Science Illustrators (GNSI), organización de la cual soy miembro.


¿Recuerdas tu primer dibujo?

La pintura y el dibujo me apasionan desde que tengo uso de razón. Probablemente hice mi primer dibujo cuando tenía cuatro o cinco años, por tal motivo no recuerdo exactamente qué era. Podría haber sido un caballo o un paisaje, ya que cuando comencé a dibujar acostumbraba hacer dibujos con estas temáticas.

  
¿Qué otra formación complementaria tienes?

Además de mis estudios de biología marina en la Universidad de Valparaíso (Chile), en el año 2011 hice un taller de ilustración botánica en el Herbarium de Peñalolén (Santiago), y durante el primer semestre de este año he realizado un curso de ilustración botánica en la Pontificia Universidad Católica de Chile.


¿Tu trabajo actual es lo soñabas cuando decidiste estudiar Biología marina?

Cuando empecé la universidad no conocía la ilustración científica. Lo que tenía claro era que mis sueños estaban “divididos en dos”: por una parte soñaba con dedicarme al arte, a la pintura y al dibujo, y por otra, a la ciencia. Pienso que mi ocupación actual como ilustrador científico ha llegado a superar muchos de los sueños que alguna vez tuve cuando entré a la universidad, puesto que para mi es la mezcla perfecta.


¿Cómo describes tu proceso creativo?

Mi proceso creativo se basa en el orden y la rigurosidad científica, empleando la pintura y el dibujo como medio para explicar o dar respuesta a un problema. Antes de comenzar cualquier ilustración, observo y analizo detenidamente el ejemplar, tomando nota sobre sus dimensiones, sombras, luces y colores. Si es posible estudio al ejemplar vivo en su ambiente natural, así es posible entender mejor su naturaleza. Si no puedo, me ayudo con fotografías o videos que consigo con mis colegas. Posteriormente comienzo a pintar la lámina final teniendo el mayor de los cuidados de ser 100% fiel al modelo original.

                              
¿En qué proyecto te gustaría trabajar?

A lo largo de Chile existe una enorme variedad de ecosistemas tanto acuáticos como terrestres, muchos de los cuales han sido seriamente dañados a causa de las actividades que del ser humano. Mi proyecto soñado tendría como objetivo principal la conservación de los ecosistemas a través de la ciencia y el arte con el fin de dar un mensaje concreto y efectivo a la ciudadanía sobre las especies que habitan los distintos ambientes y la protección que necesitan.


¿Qué crees que hace que una ilustración tenga éxito?

Una ilustración es exitosa cuando, en primer lugar, posee la capacidad de comunicar información que mediante otro medio, por ejemplo una fotografía, es imposible de comunicar. Debe ser totalmente fiel a la realidad, ya sea en cuanto a proporciones, formas, texturas, tonos, etc. Finalmente, mucha gente me ha dicho que las mejores ilustraciones causan en ellos ganas de tocar los individuos que aparecen en la obra: creo que cuando una ilustración genera esa sensación en la gente, también es exitosa.


¿Qué consejo le darías a los nuevos ilustradores científicos?


Les diría que crean en sí mismos y en su talento. Si quieren dedicarse a la ilustración científica, han de formase mediante cursos, talleres, libros y textos, o lo que esté al alcance de sus manos para poder aprender todos los aspectos técnicos de este oficio. Además, siempre se ha de practicar ya que esa es la mejor manera de perfeccionar la técnica. Por último, se ha de trabajar la capacidad de observar detenidamente la naturaleza en todas sus formas.