Work in progress, Argiope y Gomphus - Manuel García González
Mi nombre es Manuel García González, resido e
ilustro en Villafranca, un pueblo de la provincia de Badajoz y voy a intentar a
explicar en estas líneas el proceso de creación de mi propuesta de dibujo
científico para la cuarta edición del Premio Internacional de Ilustración
Científica Il·lustraciència.
Opté por representar en la ilustración a la
Araña tigre (Argiope bruennichi) por
tratarse de uno de los arácnidos más espectaculares del área mediterránea,
tanto por su envergadura, como por su tamaño o por su llamativa librea. Para
dotar a la imagen de un aspecto realista, el animal debía de estar en situación
en la que lo encontraríamos habitualmente en la naturaleza, es decir, en su
tela de araña. Pero para dar dinamismo y energía a la ilustración, no elegí una
postura estática en la que pasa la mayor parte del tiempo, sino la tensión
previa al momento en que una presa cae en la tela e inmediatamente antes de que tenga contacto
con ella. Aprovechando la posibilidad de incorporar una presa recién caída en
la red, incluí una libélula, en este caso de la especie Gomphus graslinii. Se
trata de un cada vez más escaso odonato interesante por ser un indicador de
aguas frescas y limpias que comparte hábitat y distribución con la Argiope, por
lo que la imagen que representa la ilustración es más que factible. Para la
recreación de los detalles y las proporciones recurrí a apuntes detallados de
algunas de estas arañas que mantuve durante un tiempo en cautividad hace años.
En este aspecto hay que reconocer que se trata de modelos perfectos a los que
parece encantarles posar durante horas de inmovilidad.
La ilustración está realizada mediante una
técnica que denomino de “color inverso”, en la que llevo experimentando de un
tiempo a esta parte y que me ha aportado muchos trabajos satisfactorios. El
proceso de un dibujo realizado mediante esta técnica puede resumirse de la
siguiente forma: Realizo el dibujo con bolígrafo y lápiz de color (sobre papel
de 190 gramos en este caso), con la particularidad de hacerlo con los colores
contrarios a los que pretendo plasmar. Es decir, donde quiero que aparezca
blanco, dibujo con negro; donde quiero que aparezca negro, dejo el papel en
blanco; donde quiero que aparezca amarillo intenso, dibujo con índigo; donde
quiero verde hierba, dibujo con violeta cobalto; y así sucesivamente. Se trata
básicamente de una aplicación práctica de la teoría del color, basándome en el
círculo de la escala cromática para deducir
los colores opuestos y obtener así una imagen de lo que sería “un negativo” del
dibujo que pretendo plasmar. Me valgo de la Ley de armonías cromáticas
complementarias equivaliendo los colores que quiero representar a sus
enfrentados en el círculo del espectro. Ello conlleva la dificultad de tener
que “traducir” cada color, tono, matiz o degradado de los que quiero utilizar a
su contrario. Pero ello se ve compensado pues aporta unos resultados muy
interesantes.
Una vez finalizado el dibujo, tras escanearlo
se invierte el color y se “positiviza”, apareciendo el resultado final.
Mediante esta técnica se consiguen trabajos con mucha potencia y con una
intensidad en las sombras duras que es difícil de conseguir por otros métodos. Paradójicamente,
esta intensidad de las sombras aviva de forma considerable el carácter de los
brillos y las luces. Me parece especialmente interesante aplicar este proceso a
ilustraciones que requieren gran precisión en el detalle, como la ilustración
científica en general y la de los artrópodos en concreto. Estos, al presentar
pequeños cilios, segmentos, quelíceros, etc…
ofrecen numerosas posibilidades de desarrollar esta técnica. También me
parecía muy interesante representar con
el detalle que se merecía la tela de araña, para lo cual el color invertido
resulta especialmente oportuno.