¿Cómo trabaja un ilustrador científico?
Era miércoles, 18 de noviembre de 2016, las 19:30h.
Estaba entusiasmada por la charla a la que iba asistir, impaciente por conocer
a sus ponentes.
- ¡Una ilustración hiperrealista! – Contestaba un
asistente.
- Una ilustración que muestra cómo son las cosas.
– Especificaba otro.
Durante la semana de la Ciencia, y en el marco de
actividades “Yo Ilustro la Ciencia”, Miquel Baidal presentaba a dos grandes
ilustradores, Roc Olivé y Jordi Ambrosio, en la Biblioteca Sagrada Familia de
Barcelona, a la vez que lanzaba una pregunta al público: ¿Qué es la ilustración
científica?
«Los dinosaurios eran como eran»
Roc Olivé fue el primero en explicar su
experiencia en este campo, concretamente, en su especialidad: el paleoarte.
- El paleoarte es una parte de la ilustración
científica muy complicada, porque ha de representar una realidad – o unas
especies ‒ ya extinguida. Una fotografía nunca podría hacer eso. Aquellos que
nos dedicamos a la ilustración paleontológica, podemos crear representaciones
de esa realidad a partir de fósiles y esqueletos. Después se van añadiendo los
músculos y la textura de la piel. Aunque también nos enfrentamos a un pequeño
hándicap: con cada nuevo descubrimiento generado gracias a los avances de la
ciencia – especialmente de la genética y la genómica – muchos dibujos pueden
quedar obsoletos. Dinosaurios que creíamos que eran de una forma, resulta que
no lo eran.
Al contrario de lo que creíamos al principio, el Spinosaurus aegyptiacus no tenía una cresta redonda, sino con una depresión en el centro. Y no era bípedo, sino que caminaba a cuatro patas.
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El paleoarte es buscado sobretodo por revistas
científicas, divulgativas y libros infantiles. En un afán de crear contenidos
más vistosos o populares, las editoriales suelen pedir a Roc que dibuje
dinosaurios más monstruosos, lo que va en detrimento del rigor científico.
- ¡Pero es que no puedo hacerlo, porque los
dinosaurios eran como eran! ‒ resaltaba Roc ‒Y no eran como en las películas.
Nunca uso películas para inspirarme. A veces veo atrocidades en carteles donde
colocan la cara de una especie en el cuerpo de otra, o le dibujan dientes
desproporcionados que no sabes ni de dónde salen.
Roc, que desde los 6 años ya le encantaba dibujar
dinosaurios, nos mostró los originales de su libro “Dinosaurios: 150 animales
prehistóricos, de pequeños a grandes”. Las láminas pasaban de mano en mano
provocando expresiones de asombro e interés entre el público. ¡Eso sí era arte
y rigor!
Para crear sus ilustraciones, Roc utiliza
principalmente lápiz de grafito, que es el auténtico responsable de la textura
final, y después añade una capa de color con el ordenador.
- ¿Pero… cómo sabes de qué color eran los dinosaurios?
- ¡Ajá! Alguien entre el público lanzaba la pregunta del millón.
- Existen tres opciones a la hora de colorear un
dinosaurio. Por un lado, se han encontrado células pigmentarias en los restos fósiles,
y a partir de su material genético, hemos sabido que había dos especies de
color negro, una roja, y otra roja con rayas blancas y negras en la cola. A
falta de esto, puedes usar el color de animales actuales que viven en ambientes
parecidos al del dinosaurio en cuestión. Y, por último… te lo puedes inventar.
- ¡Jajajaja!
Qué mejor que acabar con una carcajada del público
y un consejo que todos hemos oído, pero que a veces olvidamos:
- Tienes que trabajar en lo que te gusta. En mi
caso, es dibujar dinosaurios.
«Todo empieza en una libretita»
- ¿Cuántos de vosotros dibujáis normalmente?
Varias manos se alzaron en
respuesta a la pregunta de Jordi, incluida la mía.
- Pues seguid dibujando.
En serio, no lo dejéis.
Era la hora de dar paso a Jordi Ambrosio, informático
e ilustrador naturalista autodidacta cuyas ilustraciones… Espera. ¿Seguro que
no eran fotos? No, no lo eran. El maravilloso cuadro que mostró al público no
era una fotografía, y todos pudimos verlo en un vídeo en el que fuimos testigos
de su técnica, y con el que quedamos embelesados. Y este no era más que el
principio de un discurso pensado para animar al público a dibujar y
sensibilizarlo con el proceso que supone.
- Aquí parece que esto se haga en dos minutos,
pero puedo tardar entre 20 y 40 horas en hacer un dibujo como este.
Jordi utiliza todo tipo de materiales en sus
obras, aunque el pastel parece ser su predilecto. Nos contó cómo el grafito
refleja la luz, y cómo el carboncillo no lo hace, aunque también es más volátil
y has de tener especial cuidado en no destrozar tu dibujo al pasar la mano por
la lámina.
- Es importante conocer tus materiales, y cómo
funcionan en diferentes tipos de papel ‒ Comentaba Jordi al tiempo que nos
mostraba sus paletas de colores en distintos soportes ‒. A partir de un boceto
y unas paletas como estas, que también permiten conseguir diferentes texturas,
puedes presentar tus propuestas al cliente. Con mi portafolio, ya sea original
o digital, se hace una idea de mis estilos y puede escoger el que mejor le
convenga.
- ¿Pero qué diferencia hay, teniendo en cuenta lo realistas que son tus dibujos, entre una fotografía y una ilustración científica?
A Jordi se le encendió una chispa de luz en los ojos, y contestó a la chica de la siguiente manera:
- La sensación es diferente. Este dibujo es mi
visión particular del animal y la sensación que me transmite. Lo analizas, lo
aglutinas, y creas tu obra. La fotografía no puede conseguir eso. Yo parto
siempre de mi libretita. Me encanta. Como se le atribuye a Enstein, “Si no
puedo dibujarlo, es que no lo entiendo”.
Jordi crea sus ilustraciones a partir de fotos,
libros que pide prestados en la biblioteca, excursiones a la montaña y paseos
en bici con los que consigue inspiración.
- Tienes que tener mucha pasión. Si estás haciendo
un dibujo y te agobias, no te rindas. Déjalo por un rato, sal a dar una vuelta,
y luego sigue.
Pasión es lo que no le faltaba a Jordi, y se medía
en cada una de sus palabras. ¿Quién más podría regalar una postal a los
asistentes y decirles lo siguiente?
- Cuando lleguéis a casa, ¡haced un dibujo! En una
postalita como esta. Y regaládsela a vuestra pareja, vuestros padres, algún
amigo, o mandadla por correo.
Al terminar la charla, aún hubo tiempo para que el
público interaccionara con ellos y les preguntase curiosidades, a las que ambos
respondieron con amabilidad y entusiasmo. Aunque a muchos nos costó dejar la
biblioteca, allá por las nueve de la noche, no pudimos hacerlo con mejor sabor
de boca.
*El ciclo de Actividades "Yo Ilustro la Ciencia" ha sido organizado por la Asociación Catalana de Comunicación Científica (ACCC) y patrocinada por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) y el Ministerio de Economía y Competitividad (MINECO)
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