Roc Olivé: el dibujante de dinosaurios



Tal día de verano como el 13 de junio de 1981, nacía en Barcelona un niño que no tardaría en descubrir su verdadera y singular vocación: dibujar dinosaurios.
Roc Olivé, con la curiosidad que suele caracterizar a un pequeño de seis años, descubrió un libro de Alan Charing titulado “La verdadera historia de los dinosaurios”. A cada página que pasaba, Roc contemplaba una nueva e increíble ilustración de algún dinosaurio u otro animal prehistórico. Era tal su fascinación, que no tardó en aprenderse los nombres de todas esas criaturas de memoria. Podría decirte qué especie era solo con verla.
Decidido a ser paleontólogo, Roc pasó años dibujando dinosaurios sin parar. Por supuesto, pensaba estudiar la carrera de Biología para conseguirlo, pero al final su opción fue otra. Roc acabó entrando en la escuela Llotja, donde se especializó en ilustración científica. Desde entonces, fue un no parar. A los 20 años, nuestro protagonista entró a trabajar en el Aquarium de Barcelona como ilustrador; a los 25 cursó la carrera de Bellas Artes a la vez que trabajaba para distintas editoriales de ilustración científica y médica; a los 26…; a los 27…; a los 28… A los 29 aún le faltaba algo:
- Todavía no he podido publicar nada sobre vida prehistórica. ‒ Se lamentaba el joven.
Y fue a los 30 cuando Roc decidió que ya era hora de que eso cambiara. Se lanzó y se volcó de lleno en un proyecto propio con toda la motivación que cabía en él. Así, dibujo tras dibujo y horas de grafito y tableta gráfica, Roc creó un libro ilustrado: “Dinosaurios: 150 animales prehistóricos, de pequeños a grandes”. También hay que decir que no todo fue tan fácil. El pobre se hartó de llamar a puertas de editoriales, muchas con un “no” en la boca, muchas otras sin respuesta. Hasta que dio con la buena: Cossetania confió en el proyecto y publicó el libro. Un libro que hasta los propios paleontólogos disfrutan como niños.


Llegado el 2 de noviembre 2016, Roc estrenaba su exposición en el ciclo de actividades “Yo Ilustro la Ciencia”. Para él, es una iniciativa genial para darse a conocer entre personas igual de interesadas por la ciencia pero con recorridos distintos, como los científicos y los artistas:
- Gracias a la ilustración científica, ambos especialistas pueden encontrarse y aprender mutuamente unos de otros, ya que se necesitan como el búfalo y la garcilla bueyera. Buena metáfora científica, ¿no?
La exposición de Roc, que ha tenido lugar en la Biblioteca de Sagrada Familia de Barcelona, ha tenido muy buena acogida. No obstante, en el futuro necesitaríamos proporcionarle más espacio y un acceso más fácil, ya que algunos interesados se perdieron por la biblioteca.

Para terminar esta historia, os dejamos aquí la opinión de Roc sobre el impacto que la ilustración científica puede ejercer sobre la sociedad. Su reflexión, cargada de franqueza, no tiene desperdicio: 
- No sé si mi exposición tendrá algún impacto. Es muy difícil saber qué tiene impacto para la sociedad y qué no, y menos teniendo en cuenta cómo está hoy en día. La ciencia lo tiene difícil. No olvidemos que la gente prefiere Sálvame a los documentales de TV2. Por tanto, la ilustración científica lo tiene mal para calar en nuestra sociedad. Es importante, pienso yo, atraer a los niños, que son los que realmente pueden transformar la sociedad futura y crear buenos libros de ciencia infantiles, ya sean de plantas, animales o dinosaurios. Así, al igual que me pasó a mi, podemos abrirles un mundo que desconocen y que les puede fascinar incluso más que los Pokémon. Lo que sí debemos hacer es luchar, desde hoy mismo, para que la sociedad valore el dibujo científico y éste se abra paso en el mundo de la ilustración, como lo lleva haciendo en los países anglosajones desde el siglo XVIII.

*El ciclo de Actividades "Yo Ilustro la Ciencia" ha sido organizado por la Asociación Catalana de Comunicación Científica (ACCC) y patrocinado por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) y el Ministerio de Economía y Competitividad (MINECO).