Mariela Fernanda Neinoso - Monte Flora

Nombre y apellidos: Mariela Fernanda Neinoso

País: Argentina

Web: no

Redes sociales: @marielaneinosoartista


Título de la obra: Monte Flora

Especie: Taeniopteris taeniopteroides fósil

Categoría: Ilustración científica

Técnicas utilizadas: Técnica mixta (acuarela y lápiz sobre papel)

Inteligencia artificial: No. no

Tamaño: 38 cm x 28 cm

Año de creación: 2024

Descripción: Taeniopteris taeniopteroides (Halle) Rees y Cleal, 2004 Esta especie se caracteriza por tener hojas largas, delgadas y pecioladas, con una robusta vena media y venas secundarias (o laterales) que son paralelas entre sí. Estas venas son simples, ocasionalmente bifurcadas, y están dispuestas casi perpendicularmente a la vena media. Se trata de hojas de plantas extintas, de afinidad incierta, aunque comparables a los géneros actuales de Cycadales, así como a grupos de plantas extintas como Bennettitales y Pentoxylales. La ausencia de una cutícula preservada en todos los fragmentos de hojas fósiles conocidos dificulta su clasificación en grupos específicos de plantas. Estos restos fueron descubiertos en dos localidades fosilíferas, Bahía Esperanza (Hope Bay) y Bahía Botánica (Botany Bay), en el norte de la Península Antártica. Hace aproximadamente 162 millones de años, en estas localidades se formaron pequeños lagos bajo climas cálidos y húmedos, donde se desarrolló un bosque dominado por Araucarias y Podocarpáceas, y donde plantas que originaron a la especie Taeniopteris taeniopteroides también formaban parte de la vegetación. Esta especie en particular fue muy abundante en esos bosques del pasado.La localidad fosilífera de Monte Flora contiene una de las más diversas de floras mesozoicas (Era geológica que abarca desde ~252 a 66 Ma). Fue descubierta por la Expedición Antártica Sueca de 1901-1903, dirigida por el geólogo sueco Otto Nordenskjöld, y en la que participó el primer argentino, José María Sobral. En aquel entonces se recolectaron numerosos ejemplares que se dieron a conocer mediante una publicación científica por Halle en 1913, describiendo 59 especies distintas. A pesar de tener más de un siglo de estudio, la flora continúa siendo objeto de investigación y sigue dando resultados de relevancia científica. Por ejemplo, se ha descubierto que floras fósiles similares se encuentran en algunas localidades de la Patagonia Argentina (Chubut y Neuquén). Sin embargo, investigaciones recientes han revelado que esta flora fósil dominó la Península Antártica casi 17 millones de años después de su desaparición en la Patagonia. Este hallazgo sugiere que condiciones paleoambientales comparables se establecieron en diferentes momentos en distintas localidades de altas latitudes australes, lo que posiblemente facilitó las migraciones florales en respuesta a los cambios climáticos locales. El estudio de hojas como la que se ilustra nos permite conocer el ecosistema del pasado, brindando herramientas para comprender la ruptura continental que dominó la geología y la evolución de la región entre Patagonia y Antártida.